Pierre Bourdieu define habitus como “ese principio generador y unificador que retraduce las características intrínsecas y relacionales de una posesión en un estilo de vida unitario, es decir, un conjunto unitario de elección de personas, de bienes y de prácticas” (Bourdieu, 2002: 33). ¿Existen democracias autoritarias? Sartori considera que el autoritarismo tiene como opuesto a la libertad y no a la democracia; “la libertad conlleva límites”, también la autoridad se vincula al mérito, y al “poder aceptado, respetado, reconocido y legítimo”, muy diferente a la conversión actual que lo limita a la dicotomía poder y coerción, donde autoritarismo deriva de autoridad; la autoridad autoritaria de la autoridad autorizada; la primera mala y falsa es enemiga de la libertad, en tanto, la segunda es genuina y aparece con la libertad (2006: 177-181).
El habitus ciudadano define la posición simbólica ante la autoridad y su ejercicio político, es la posición y acción concreta ante cualquier expresión de poder, que resulta de su vínculo con el poder político, con el gobierno y con la autoridad. Se conforma de patrones aprendidos y aprehendidos que otorgan una posición-acción en el poder político o frente al poder político, en donde coexiste la tensión entre los campos racional y emocional, que detonan las ciudadanías múltiples y la pluralidad.